El sonido de un cuenco cósmico es un abrazo para el alma.
Los cuencos alquímicos son como puertas a la calma interior. Sus sonidos vibrantes y envolventes nos acarician el alma, invitándonos a soltar el estrés y a reencontrarnos con nuestra esencia. Hechos de cuarzo y minerales, sus tonos únicos llenan el espacio de paz y nos conectan con algo más grande, recordándonos la armonía natural que existe en todo.
Despierta la calma en cada vibración: claridad, serenidad y conexión en cada nota.